Aparatología de última generación que utiliza corrientes de alta frecuencia (entorno a 500 Khz) para calentar tejidos internos con una finalidad terapéutica o estética.
Es una práctica médica que aprovecha la corriente de alta frecuencia para generar calor y bioestimulación en el interior de los tejidos.
Cuando la corriente atraviesa un tejido, genera un movimiento de las partículas que lo componen que, a su vez, produce calor. El calor, en lugar de ser una aportación pasiva que viene de fuera, es generado por el cuerpo gracias a la estimulación de la diatermia / tecarterapia. El calor en los tejidos determina a su vez una vasodilatación, es decir, un mayor flujo de sangre y oxígeno. Este proceso acelera el metabolismo celular y facilita el intercambio de sustancias a nivel de la membrana celular para mejorar así el drenaje y la eliminación de catabolitos.
La diatermia se utiliza desde hace tiempo en el ámbito de la rehabilitación ortopedicotraumatológica y es, a día de hoy, una de las prácticas más conocidas, recomendadas y eficaces. Su amplio uso se debe a la evidencia clínica de su eficacia, a la seguridad del tratamiento, a lo fácil de su aplicación y a la gran variedad de patologías que se pueden tratar. En los últimos años se está sacando cada vez más partido al tratamiento de diatermia gracias a los nuevos aplicadores y al añadido de frecuencias modulables que permiten ampliar aún más los ámbitos de tratamiento, como es el caso de la fisioestética.
Las contraindicaciones absolutas son las que la ley indica como tales para cualquier aparato electromédico: embarazo en curso, pacientes con marcapasos y pacientes oncológicos.
En lo que respecta a las contraindicaciones, en fisioestética se hace referencia a las problemáticas preexistentes a tener en cuenta antes de comenzar un tratamiento, incluso consultando al médico de referencia, para modular la frecuencia y la potencia del dispositivo y obtener el mejor resultado sin causar ningún daño (teleangiectasias y problemas relacionados con el sistema venoso, infecciones cutáneas, psoriasis y, en general, problemas dermatológicos en la zona a tratar o alteraciones de la sensibilidad térmica).
La correcta aplicación en los diversos problemas estéticos permite conseguir resultados desde la primera sesión. En los casos de acumulación de grasa, paniculopatía o retención, para obtener resultados visibles, puede que se necesiten más tratamientos (hasta 5-6 tratamientos), aunque la paciente podrá apreciar, desde la primera aplicación, una mejora del tono y de la consistencia de la piel y una agradable sensación de ligereza y tonicidad.
DIATERMIA Y TRATAMIENTO ANTIENVEJECIMIENTO
Como hemos visto anteriormente, con el paso del tiempo, la piel pierde tono, elasticidad y compacidad. El tratamiento de diatermia estimula los fibroblastos para la producción de colágeno y elastina y mejora así el aspecto de la piel; los pacientes lo definen como un «efecto relleno».
El calor tiene un efecto tensor inmediato sobre las fibras de colágeno, pero la bioestimulación hace que los efectos sean duraderos en el tiempo, sobre todo si se continúa con el mantenimiento. Los tratamientos se pueden realizar con excelentes resultados en todas las zonas del cuerpo: rostro, cuello, escote, brazos, abdomen, extremidades inferiores, vulva. Visiblemente, se puede apreciar la tonificación del tejido cutáneo y la remodelación de las estructuras (como el óvalo del rostro).
DIATERMIA Y TRATAMIENTO DE LA PANICULOPATÍA
Los adipocitos son las células encargadas de la reserva energética. Cuando las calorías ingeridas son más que las que se consumen, estas se almacenan en el interior de los adipocitos para formar nuestra reserva de energía. Si este proceso continúa durante un tiempo, el tamaño de los adipocitos aumenta y estos comienzan a oprimir los vasos, lo cual obstaculiza la microcirculación y crea dificultad en el intercambio entre el interior y el exterior de la célula. Estos adipocitos de mayor tamaño desencadenan entonces una respuesta inflamatoria por parte del tejido.
En la fase más avanzada de la paniculopatía tiene lugar un proceso de fibrosis del tejido conjuntivo con la formación de nódulos duros y dolorosos al tacto. El calor producido por la diatermia determina una mejora de la vascularización y, por tanto, un mayor aporte de oxígeno y una eliminación más fácil de los catabolitos. La reactivación de la microcirculación y la mejora de los intercambios celulares traen consigo una disminución del edema y una mejora del aspecto de la piel.
DIATERMIA Y REMODELACIÓN DE LA FIGURA
En el tratamiento con diatermia pueden usarse dos tipos diferentes de electrodos: capacitivo y resistivo.
Con el capacitivo se obtiene una mayor liberación de energía en las primeras capas bajo el electrodo; con el resistivo, en cambio, se libera más energía en una interfaz de impedancia alta-baja.
Cuando pedimos una contracción muscular, se aprecia un cambio en la impedancia ofrecida por el músculo al paso de la corriente. Se crea así un punto en el que se libera más energía. Sabiendo esto, se pueden introducir variaciones en el uso de los diversos electrodos incluso en una misma sesión; el resultado es un tratamiento completo. De hecho, trabajamos sobre las acumulaciones de grasa y celulitis, sobre la activación muscular con ejercicios concretos y sobre la retención para mejorar el drenaje de líquidos.
Lo que obtenemos es un resultado estético asociado a una mejora de los tejidos que la paciente percibe como una sensación de ligereza y tonicidad.
La diatermia juega un papel fundamental en el campo de la fisioestética. La posibilidad de obtener resultados en diversas imperfecciones, tanto del cuerpo como del rostro, en tejidos más profundos o más superficiales, y la agradable sensación que acompaña al tratamiento lo convierten en una de las prácticas favoritas de terapeutas y pacientes.
Como hemos visto, las disfunciones estéticas pueden tener distintas causas. De estas, algunas (genética, hormonas, etc.) no son modificables, mientras que otras (alimentación, hidratación, actividad física…) sí lo son. Con el tratamiento de diatermia los resultados son visibles desde los primeros tratamientos y se mantienen en el tiempo. Estos efectos son más visibles y duraderos si se enseña a la paciente a cuidar su cuerpo y si se le da alguna recomendación para el mantenimiento (continuar con una alimentación adecuada, hidratarse con la cantidad de agua correcta, ayudar a la barrera de la piel con cremas o realizar sencillos ejercicios para favorecer la circulación y la activación muscular).